Las entidad de ictus se unen para dar vida después del ictus.
VIVIR DESPUÉS DE UN ICTUS atiende a las personas que han superado un ictus adquiriendo una discapacidad y/o una situación de dependencia, temporal o permanente; con actuaciones dirigidas a mejorar su calidad de vida, promocionando la autonomía y el desarrollo psicosocial en Cataluña.
El proyecto lo impulsa la Fundación Ictus con las 4 asociaciones de pacientes de ictus de Barcelona, Lleida, Girona y Tarragona, ofreciendo un servicio de atención social complementario a los servicios públicos y único en el territorio, y siendo ejemplo de nuevas formas organizativas. El proyecto actúa en el momento que la persona superviviente de ictus recibe el alta hospitalaria. Acompañamos a los pacientes y a sus familiares en el proceso rehabilitador y de adaptación a la nueva situación de discapacidad.
El ictus puede quitar a quién lo sufre la capacidad de interactuar con el mundo que nos rodea y su autonomía. Según cuál sea el área del cerebro que se lesiona después del ictus podemos tener dificultades para movernos, para mantener el equilibrio, para conversar, para pensar o sentir. Nuestro cerebro controla todas nuestras acciones.
Para conseguirlo se realizan las siguientes dinámicas: 1)Información y orientación 2) Plan de acogida y atención psicosocial 3)Rehabilitación y estimulación 4)Sensibilización y prevención. Todas las actividades son presenciales, individuales y/o grupales. Las llevan a cabo: el coordinador del proyecto, la trabajadora social, 36 personas voluntarias testimoniales y 4 centros de neurorehabilitació y estimulación en cada capital de provincia.
El proyecto beneficia a 540 personas supervivientes de ictus, y 1080 personas familiares y/o cuidadoras cada año.
El proyecto tiene la experiencia de 4 años. En este tiempo hemos detectado un incremento de solicitudes de personas usuarias.
La Fundación Ictus quiere potenciar el trabajo en red entre asociaciones ya existentes, generando valor y espacios de intercambio y aprendizaje compartido con un abordaje transversal. “Lo que nos hace levantarnos cada día para generar complicidad y crear un red cada vez más grande, son las personas. Cada superviviente tiene una historia, unos límites a superar, un camino a recorrer. Y queremos darle la mano. No está solo o sola. Es más, la Fundación se abre a la sociedad para que el superviviente encuentre apoyo. Nosotros, en la Fundación Ictus, estamos aquí para garantizarlo.” E. Ortinez, responsable del proyecto.
El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la tercera en hombres. Actualmente, es una de las 3 enfermedades más letales, junto al cáncer y las enfermedades cardiovasculares. En Cataluña, cada año supone 13.000 ingresos hospitalarios, con un ictus cada 40 minutos.
Una de cada cuatro personas sufrirá un accidente vascular cerebral. El 45% son supervivientes con una discapacidad adquirida -motora, sensitiva, cognitiva, del habla o de la comprensión– con graves repercusiones en la calidad de vida. El 75% de los casos se dan a partir de los 65 años pero cada vez afecta a más jóvenes adultos a causa de los hábitos de vida.
La Fundación Ictus creció con la implantación del Código Ictus en Cataluña en 2007. El proyecto nace del déficit existente en la atención de la persona y sus familiares una vez recibe el alta hospitalaria y tienen que enfrentarse solo a la nueva situación de discapacidad y/o dependencia.
Es en la atención a largo plazo donde las entidades de pacientes tenemos un papel clave, promoviendo la colaboración de los agentes implicados, ofreciendo servicios de asesoramiento, acogida, apoyo y orientación a las personas afectadas y a sus familiares y contribuyendo a su mejora de calidad de vida.
Fundación Ictus
La Fundación Ictus nace en 2007 para dar a conocer el ictus a la población, impulsar la investigación de la enfermedad y apoyar a las personas que la han sufrido.
La entidad es miembro de la alianza europea Stroke Alliance for Europe (SAFE), que engloba 33 entidades de toda Europa, como la Fundación Ictus, para dar a conocer la enfermedad y el impacto sobre las personas que lo han sufrido.
Sus objetivos son:
Dar a conocer la enfermedad y difundir cómo prevenirla, cómo evitarla y cómo tratarla.
Apoyar a los pacientes con ictus, ofreciendo apoyo a las personas con discapacidad, con alianzas con otras entidades.
Impulsar la investigación sobre la enfermedad en todas sus etapas y desde todas las perspectivas