Atención integral a mujeres en situación de exclusión social, especialmente a las víctimas de violencia de género.

El programa estaría enfocado al acompañamiento, la orientación hacia un proceso, donde se realizarán tareas de guía a los diferentes servicios públicos, mediación sanitaria, facilitar la conciliación familiar, realización de itinerarios formativos o de inserción laboral que se le asigne a la usuaria, y mediar o ayudar a la resolución de los conflictos que pudieran surgir entre las beneficiarias. La actuación responderá a los principios de atención permanente, actuación urgente, especialización de prestaciones y multidisciplinariedad profesional.
El proyecto constituye la materialización de la atención integral porque se ha diseñado teniendo en cuenta todas las áreas clave para lograr el proceso de recuperación de las mujeres víctimas de violencia y su paso hacia una vida independiente. Así, desde el enfoque bio-psico-social en que se basa, se actúa sobre la recuperación física y psicológica de la víctima, se le ofrece apoyo en cuestiones relacionadas con su situación legal y económica, se trabaja para fomentar su participación social y se desarrolla un programa de trabajo con menores para reforzar las relaciones afectivas. La interacción entre todas estas esferas y, por lo tanto, la atención coordinada a todas ellas, permitirá lograr la recuperación de la forma más sólida posible. Un aspecto clave en este sentido es el apoyo para la mejora de las capacidades de participación social, que complementa la intervención en el resto de las áreas y contribuye de manera fundamental a evitar la institucionalización; además, desde el primer momento se comienza a preparar la salida de la usuaria del recurso de acogida y el retorno a una vivienda independiente. Para lograr la efectiva atención integral a las víctimas resulta fundamental, por un lado, el trabajo de las profesionales de la red y su organización en equipos multidisciplinares y, por otro, la interacción y coordinación del sistema de atención y otros recursos comunitarios dirigidos a facilitar la participación social. Además del carácter integral que permite la intervención bio-psico-social concibe la intervención como un proceso flexible en continua evaluación, a fin de ajustarlo a las necesidades de sus beneficiarias, pero siempre sin perder de vista el objetivo final: lograr la recuperación de las mujeres en situación de vulnerabilidad, especialmente víctimas de violencia de género.


Asociación para el desarrollo social transfronterizo, Crehas

Nuestra entidad dedica su actuación a la atención de colectivos en situación de vulnerabilidad y exclusión social, por cualquier razón que la provoque. Para ello, Crehas actúa mediante los siguientes principios: 1. Fomento de la mejora continuada de la intervención.
Nuestro proyecto se basará en la mejora continuada de actuación, transfiriéndose, una vez evaluada positivamente, a la continuación de nuevas intervenciones.

2. Articulación de recursos y servicios.
Pretendemos una colaboración continua con los recursos públicos y comunitarios de modo que la coordinación produzca sinergias que mejoren la atención y recuperación de la autonomía de las usuarias.

3. Ejercicio de la ciudadanía plena.
El presente proyecto supera el concepto de “ofrecer protección y refugio” al promover el ejercicio pleno de los derechos de ciudadanía garantizando, así, el empoderamiento de las participantes en el mismo.

4. Orientación bio-psico-social de la intervención.
La atención integral a las beneficiarias contemplará aspectos físicos, intelectuales, emocionales, sociales, de relación, etc. intentando así promover la implicación personal en estos diferentes ámbitos y la orientación multidisciplinar.

5. Intervención para evitar la institucionalización.
La estancia en el recurso de acogida ofrecerá las estrategias necesarias para que se logre la vuelta a la vida autónoma, de modo que el tejido
institucional sea visto por las usuarias como un elemento de referencia y apoyo en un proceso de vida autónoma.

6. Respeto de las decisiones personales.
Las residentes establecerán y definirán su propio proyecto de recuperación personal de manera voluntaria y consensuada con el equipo de profesionales comprometiéndose y responsabilizándose de su desarrollo.

7. Intervención profesional de acompañamiento y cambio de imposición.
El equipo de profesionales acompaña y apoya a las residentes en el proceso de cambio hacia la autonomía teniendo en cuenta sus necesidades e impulsando la consecución de objetivos.

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