El Valle Encantado es un proyecto de renovación de la zona lúdica para niños del Hospital Materno Infantil de Málaga. Ubicada en la 7ª planta, esta zona lúdica se divide en tres espacios bien diferenciados: un espacio interior polivalente que pueda servir como zona de juegos interior a la vez que como zona de estudios; y dos terrazas exteriores a ambos costados del espacio interior, dotando a esta planta lúdica de espacios exteriores de juego y de recreo que hagan más amena y llevadera la estancia de los niños en el hospital.
El proyecto nace como iniciativa de la Fundación Juegaterapia, cuya misión se focaliza en donar diversión a través de jardines y espacios de juego y de recreo de calidad en Hospitales donde niños con cáncer deben permanecer ingresados durante sus duros tratamientos. Entendiendo el importante rol que juegan la felicidad y el estado anímico de los niños en su recuperación, este proyecto busca generar ese verdadero impacto positivo y esperanzador en el proceso de recuperación de los niños del Hospital Materno Infantil de Málaga a través del juego y la diversión.
Al darnos cuenta de que la terraza exterior de la 7ª planta disfrutaba de espléndidas vistas a los Montes de Málaga, hemos utilizado esa característica como idea conceptual alrededor de la cual girase todo el proyecto. De ahí nace El Valle Encantado, de la intención de crear un bosque propio de un cuento infantil, un espacio mágico para explorar.
Fundación Juegaterapia
Trabajamos cada día para que los niños y niñas con cáncer solo piensen en hacer lo que cualquier otro niño: jugar!
Juegaterapia nació hace 9 años con la misión de alegrar la vida de los niños ingresados en el hospital. Niños en duros tratamientos de quimioterapia que apenas pueden salir al pasillo para hacer algo tan propio de su edad como
es jugar. De modo que si ellos no podían salir a jugar, decidimos llevarles el juego a su habitación… Y qué mejor herramienta que ese mundo mágico al que te asomas cada vez que conectas un videojuego?
El primer día que le dimos una consola a un niño pudimos comprobar cómo le cambia la cara, cómo se anima y cómo, por un momento, la enfermedad deja de ser importante. Estamos convencidos de que esa mejora en su estado de ánimo influye muy positivamente en su forma de encarar su proceso de curación, porque animados y con
una sonrisa, los niños están mucho mejor preparados para luchar. Además, en Juegaterapia estamos convencidos de que el ambiente en que viven los ni os durante su tratamiento influye también en su estado de ánimo, por eso nos hemos propuesto humanizar los hospitales.