El Proyecto MalaHome de Dream Nepal, iniciado en 2016, contempla la acogida de niños y niñas que, a petición de sus madres en prisión, viven en las casas MalaHome, donde se les proporciona un hogar y la alimentación, atención sanitaria, atención educativa y psicosocial necesaria mientras ellas cumplen su condena, y, en cualquier caso, por ley, hasta la edad de dieciocho años.
En este contexto, se puede dar el caso de que los niños y niñas beneficiarios del Proyecto MalaHome alcancen la edad máxima de acogida antes de que sus madres abandonen la prisión, cosa que los sitúa en un “limbo” en el que no pueden beneficiarse del Proyecto MalaHome, es decir, no pueden seguir viviendo en las casas, pero ni pueden volver con su madre porque no ha finalizado su condena ni con su familia porque no la tienen, ni tampoco disponen de recursos para vivir por su cuenta. Por otro lado, si al llegar esa edad se abandonase a estos niños a su suerte, todos los esfuerzos empleados por Dream Nepal en garantizar su correcto desarrollo, para, no solo brindarles una oportunidad, sino abastecerles de herramientas y cuidar que sus derechos como personas no se vean eliminados, se habrían malgastado, ya que, aunque hubieran vivido unos años en las condiciones adecuadas para cualquier niño, la falta de recursos les conduciría al abandono de sus estudios, del cuidado de su salud y del futuro al que empezaron a tener acceso al acogerse al Proyecto MalaHome, es por ese motivo que se creó en 2019 el Proyecto Youth Nepal. El proyecto Youth Nepal les ofrece alojamiento en un piso tutelado, alimentación y atención sanitaria y psicológica mientras que las jóvenes compaginan sus estudios superiores o de formación profesional con el trabajo a tiempo parcial.
Dentro del proyecto Youth Nepal, Dream Nepal pretende, además de apostar por la formación de sus beneficiarios para la empleabilidad por cuenta ajena, impulsar el emprendimiento de los jóvenes como otra forma de alcanzar su independencia económica y social y en este sentido, pretende la puesta en marcha de diferentes pequeños negocios, a modo de “escuela de empresa”, que serán gestionados por aquellos jóvenes que tengan el interés necesario, que consigan su propia sostenibilidad y que tal vez, sin ser un objetivo prioritario, puedan proporcionar fondos para los proyectos de Dream Nepal.
Con ese objetivo se ha creado y se presenta al premio, The Bakery Business School, una pequeña panadería/pastelería que gestionan y en la que trabajan tres jóvenes por turnos, compaginando la atención a sus estudios superiores y percibiendo un salario, como un ejercicio de emprendimiento y responsabilidad que les pueda ser útil en el futuro. Las chicas beneficiarias actúan como auténticas propietarias de un negocio, negocian y llevan a cabo las compras de los productos a los proveedores, realizan campañas de publicidad, calculan su precio de venta y los ponen a la venta, pagan las facturas por los productos, los gastos de alquiler y suministros y obtienen un pequeño beneficio que va a parar al resto de proyectos de Dream Nepal.
Dream Nepal
Dream Nepal es una ONGD fundada en 2015 que tiene como objetivo general, atender las necesidades de la población infantil y juvenil de Nepal que tiene a sus padres en prisión. En Nepal, muchos niños y niñas menores de edad permanecen en prisión junto a sus madres convictas, viviendo en un ambiente hostil y careciendo de una correcta alimentación, asistencia sanitaria, educativa y psicológica necesaria para su desarrollo psicosocial. Dream Nepal, de acuerdo con sus madres, les rescata de la prisión y cubre dichas carencias para facilitarles mientras ellas cumplen su condena, con la intención de ofrecerles la oportunidad de construir un mejor futuro personal y de su comunidad.
Al alcanzar la mayoría de edad, el niño pasa al Proyecto Joven Youth Nepal, en el que se le facilitan los estudios superiores o de formación profesional que les garanticen un empleo digno para alcanzar la independencia económica y social.