Rompiendo barreras: Identificación de señales de acoso en personas con diversidad funcional

Según el informe de la Fundación ONCE y CERMI la mayor incidencia existente del acoso y/o ciberacoso entre niños/as en edad escolar con discapacidad está muy poco estudiada. El IV Informe anual realizado por la Comunidad de Madrid en materia de convivencia y acoso escolar (Consejería de Educación e Investigación, 2021) indica que los estudiantes madrileños pertenecientes al grupo de alumnos con necesidad específica de apoyo educativo (ACNEAE) presentaban cuatro veces más acoso escolar. Este alumnado mostró el doble de rechazo y la mitad de posibilidades de ser percibido como prosocial. La Fundación A LA PAR (2018), presenta los primeros resultados de la investigación sobre el bullying en personas con discapacidad intelectual. El 59,6% ha sufrido o sufre acoso escolar. Concluyen: “tanto la presencia de discapacidad intelectual, como de necesidades educativas especiales, aumentan notablemente la vulnerabilidad de ser víctima de bullying”.

Nuestro objetivo no es el de sensibilizar sobre este problema ni el de fomentar la adopción de medidas para garantizar que los niños, niñas y jóvenes con discapacidad puedan disfrutar de un entorno de aprendizaje seguro; ya que hay campañas muy significativas que se encargan de ello.
A menos que los menores con diversidad funcional informen de que están siendo acosados, o tenga marcas físicas o lesiones visibles, resulta difícil saber si están siendo víctimas de acoso. Muchas de las personas con discapacidad no son conscientes de que se encuentran en relaciones de abuso. Si bien es cierto, existen algunas señales de alerta, pero en muchas ocasiones no suficientes o pasan desapercibidas, y no se detectan a tiempo. Para ello debemos instruirles en:

  • Qué conductas son consideradas acoso (físico, verbal, psicológico y social).
  • A quién debe informar de ello.
  • Cómo deben responder a las agresiones con un lenguaje verbal directo y que conductas no verbales son las adecuadas.
  • Cómo deben controlar sus emociones y la gestión de las mismas (culpa, tristeza, enfado, miedo…).

Y lo más importante debemos hacer partícipes a la familia; los padres deben saber cómo detectar y actuar en estos casos.


Asociación ADEMPA

Las características de la diversidad funcional no son las que determinan el acoso sino el hecho de que son percibidos como diferentes por sus iguales. En ocasiones no se comprende qué significa tener una discapacidad y lamentablemente acaba siendo motivo de exclusión o acoso social. Junto a ello, las dificultades para identificar, defenderse, denunciar o que se tomen en serio las quejas de estas personas.
El objetivo de “Rompiendo barreras: Identificación de señales de acoso en personas con diversidad funcional” es proporcionar herramientas a los niños/niñas y jóvenes con diversidad funcional para identificar cuando sufren acoso en su entorno social y cómo defenderse de ello. A través de un taller de seis meses con metodología centrada en la persona, teniendo en cuenta las posibles necesidades de apoyo los participantes. Las actividades se realizarán de manera colaborativa y de trabajo en equipo con visualización de películas, roleplay, debates, propias vivencias, etc.

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